Ondas de choque para calcificaciones
Las ondas de choque son pulsos acústicos de alta energía que se utilizan en diversas aplicaciones médicas, y una de las áreas donde han demostrado ser eficaces es en el tratamiento de calcificaciones.
Las ondas de choque usadas para desintegrar calcificaciones empezaron a usarse en el ámbito de la urología para eliminar cálculos renales, pero en la actualidad la aplicación más novedosa de este tipo de terapia la encontramos en el ámbito de la fisioterapia, la medicina deportiva y la medicina física y rehabilitadora. En estos campos de la salud encontramos que las calcificaciones, que son depósitos de minerales, pueden formarse en tejidos del aparato musculoesquelético como son los tendones. Estas acumulaciones pueden causar molestias y limitar la movilidad.
Las ondas de choque se emplean para romper o descomponer estas calcificaciones, un proceso conocido como litotricia por ondas de choque. Este tratamiento no invasivo ha ganado popularidad en el manejo de condiciones como la tendinitis calcificada, ofreciendo una alternativa menos intrusiva a la cirugía convencional. Debido a la importancia de ser una técnica no invasiva, que disminuye la necesidad de analgésicos y que la hace una terapia ideal para acelerar la recuperación y curar diversas indicaciones que causa dolor agudo o crónico desde el grupo PRIM ponemos a vuestra disposición nuestra tecnología más avanzada en ondas de choque.
Ondas de choque para el tratamiento de calcificaciones: ¿Cómo funcionan?
El tratamiento de ondas de choque está basado en una onda acústica que lleva mucha energía a los puntos dolorosos y tejidos musculoesqueléticos con condiciones subagudas, subcrónicas y crónicas. Esta energía promueve los procesos reparativos y regenerativos de los tendones, los músculos y de otros tejidos blandos. La energía cinética del proyectil, se transfiere al transmisor en el extremo del aplicador y va adentrándose en el tejido donde disuelve calcificaciones, cura la inflamación crónica y alivia el dolor crónico. A continuación, detallaremos los puntos clave de cómo funcionan este tipo de ondas en el contexto del tratamiento de calcificaciones:
- Generación de las ondas de choque: Estas ondas son generadas por dispositivos especializados que producen pulsos de energía acústica focalizada, estos pulsos son ondas de presión que se propagan a través del tejido hasta alcanzar la ubicación de la calcificación.
- Efecto mecánico: Cuando las ondas de choque alcanzan las calcificaciones, generan un efecto mecánico que rompe o descompone los depósitos minerales. Este proceso puede compararse con la forma en que una onda expansiva puede romper un objeto frágil.
- Estimulación biológica: Además de romper las calcificaciones, las ondas de choque también desencadenan respuestas biológicas beneficiosas. Se produce una liberación de sustancias químicas que promueven la reparación y la regeneración de los tejidos afectados.
- Eliminación del material roto: Una vez que las calcificaciones se han fragmentado, el cuerpo puede absorber y eliminar los restos de manera natural. Este proceso gradual permite una recuperación sin la necesidad de intervenciones quirúrgicas invasivas.
- Control de la energía: Es esencial controlar cuidadosamente la energía de las ondas de choque para evitar daños colaterales en tejidos circundantes. Es necesario ajustar la intensidad y la frecuencia de las ondas de choque según las características específicas de la calcificación y las necesidades del paciente.
Efectos de las ondas de choque sobre calcificaciones
El principal efecto que producen las ondas de choque al entrar en contacto con las calcificaciones es su fragmentación: el efecto mecánico de las ondas de choque provoca la fragmentación de las calcificaciones en partículas más pequeñas. Este proceso permite que el cuerpo elimine de manera más eficiente los fragmentos calcificados. La efectividad en la fragmentación de las calcificaciones debido a las ondas de choque extracorpóreas ha sido estudiada con buenos resultados. En un estudio publicado en la revista española de reumatología (FJ. Juan García, C González Movilla et al.) sobre la efectividad del tratamiento mediante ondas de choque extracorpóreas en tendinitis calcificadas de hombro, se comprobó que la fragmentación y posterior desaparición total de las calcificaciones se produjo en un 60% de los casos y se obtuvieron mejoras clínicas hasta en un 75% de los pacientes.
Hay que destacar también que las ondas de choque no solo abordan directamente las calcificaciones, sino que también desencadenan respuestas biológicas positivas que contribuyen a la recuperación y la mejora de la función de los tejidos afectados. En este sentido los efectos que producen las ondas de choque son:
- Estimulación de la neovascularización
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- Reducción de la Inflamación
- Estimulación del Metabolismo Celular
- Estímulo del Factor de Crecimiento
- Aumento de la producción de colágeno
- Regeneración tisular
- Dispersión del mediador del dolor “sustancia P”
Todas estas características descritas de cómo actúan las ondas de choque en las calcificaciones, convierten a esta terapia en altamente beneficiosa para el tratamiento de trastornos musculoesqueléticos como: calcificaciones tendinosas, tendinopatías en general, tendinitis de hombro, epicondilitis, trocanteritis, tendinitis rotuliana, tendinitis aquílea, fascitis plantar, pseudoartrosis y fracturas con retardo de consolidación.
Tecnología de ondas de choque recomendada para el tratamiento de calcificaciones
La tecnología de ondas de choque utilizada para el tratamiento de calcificaciones se conoce como “litotricia por ondas de choque”. Hay diferentes tipos de dispositivos de litotricia, y la elección de la tecnología puede depender de diversos factores, incluyendo la ubicación de las calcificaciones y las preferencias del profesional de la salud. Aquí puntualizaremos algunas tecnologías de ondas de choque recomendadas para el tratamiento de calcificaciones:
- Ondas de Choque Electromagnéticas: El generador que produce la onda es electromagnético. Estas son versátiles y eficaces para el tratamiento de calcificaciones en diversas áreas del cuerpo.
- Ondas de Choque Piezoeléctricas: Aquí las ondas de choque son generadas a través de cristales piezoeléctricos y ofrecen una alta precisión por lo que son adecuadas para tratar calcificaciones en áreas de difícil acceso.
- Ondas de Choque Radiales: Emiten pulsos de ondas de choque en forma radial desde un punto central. Son útiles para el tratamiento de áreas más extensas y pueden ser eficaces en casos de calcificaciones distribuidas.
- Ondas de Choque Focales: Estas concentran la energía en un punto específico. En PRIM disponemos de EnShock – Onda de choque Focal, que es el dispositivo más silencioso y menos doloroso del mercado. Esta tecnología es ideal para tratar calcificaciones localizadas y proporciona una mayor precisión.
- Ondas de Choque Neumáticas: En este caso, para producir los pulsos de ondas de choque se utiliza un generador neumático. Son efectivas y se aplican comúnmente en el tratamiento de calcificaciones en áreas musculoesqueléticas.
Por último es importante señalar que independientemente del tipo de ondas de choque, es crucial contar con dispositivos que permitan un control preciso de la energía y la frecuencia. Esto garantiza una aplicación personalizada según las necesidades específicas del paciente y la naturaleza de las calcificaciones.